Monterrey se está preparando para recibir el Mundial de Fútbol 2026 con un ambicioso plan para mejorar la gestión de residuos y eliminar los basureros clandestinos. En una reciente conferencia de prensa, Marcelo Segovia Páez, coordinador del eje de Servicios de Infraestructura de Calidad del equipo de transición del alcalde electo Adrián de la Garza, destacó la importancia de transformar la ciudad en un lugar limpio y ordenado antes del evento deportivo.

Prioridades del Nuevo Gobierno

Segovia Páez explicó que una de las primeras acciones del nuevo gobierno será abordar la problemática de los basureros clandestinos, que afectan no solo a Monterrey, sino también a los municipios aledaños que contribuyen a la generación de basura. "El problema de la basura es significativo en Monterrey, no solo por sus 1.2 millones de habitantes, sino también por la afluencia diaria de personas de otras localidades", afirmó. 

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Entre las medidas que se implementarán, se incluye la optimización de la recolección de basura en el centro de la ciudad, la eliminación de carretoneros y una campaña de concientización sobre la correcta disposición de desechos. Además, se reforzarán los programas de descacharrización y se aumentará la vigilancia para asegurar el cumplimiento de las normativas de limpieza y orden público.

Segovia Páez recordó que en 2015, Monterrey enfrentaba una crisis de recolección de basura, recolectando hasta 25 toneladas solo en el centro. Para combatir esto, se instalaron 1,500 botes de basura en áreas clave, una estrategia que se planea retomar y mejorar.

Compromiso con la Ciudadanía

El coordinador del equipo de transición enfatizó que el compromiso del nuevo gobierno es devolver el orden a Monterrey. "Estamos decididos a consolidar a Monterrey como una ciudad limpia y ordenada para el Mundial", concluyó. 

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Con el Mundial a la vista, Monterrey se enfrenta a la oportunidad de mostrar su mejor cara al mundo. Las acciones que se implementen en los próximos dos años serán cruciales para garantizar que la ciudad no solo sea un lugar atractivo para los visitantes, sino también un entorno saludable y agradable para sus habitantes. La transformación de Monterrey en una ciudad limpia es un paso fundamental en este proceso, y el nuevo gobierno está listo para asumir este desafío.

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