El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su sorpresa y descontento ante la intervención del embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, en la reforma al Poder Judicial de México. Durante su conferencia de prensa matutina,López Obrador cuestionó el motivo de la intervención estadounidense, sugiriendo que podría haber un trasfondo económico en juego. “Me llama la atención por qué intervienen tanto en un asunto que corresponde a los mexicanos”, comentó, añadiendo que, a veces, lo que no suena lógico puede tener una motivación económica.

Paula en Relaciones Diplomáticas

El mandatario aclaró que la pausa en las relaciones, que mencionó anteriormente, se aplica únicamente a las embajadas de Estados Unidos y Canadá, representadas por Salazar y Graeme C. Clark, respectivamente, y no afecta las relaciones diplomáticas o comerciales entre los países. López Obrador subrayó que la pausa es una medida de respeto hacia la soberanía mexicana, ya que considera que estos diplomáticos no tienen autoridad para opinar sobre asuntos internos de México.

López Obrador criticó las declaraciones de Salazar, quien había expresado que la elección directa de jueces, un punto central de la reforma, podría representar un riesgo para la democracia en México y la integración económica de América del Norte. El presidente cuestionó la postura del embajador: “¿Cómo es eso de que la elección de jueces afecta a la democracia? Según nuestra Constitución, la democracia permite cambiar la forma de gobierno en cualquier momento.”

En defensa de su propuesta de reforma, López Obrador recordó que la Constitución permite la elección directa y secreta de diversos cargos, como presidentes municipales, diputados, senadores, gobernadores y el presidente de la República. “Si se puede elegir a todos estos cargos, ¿por qué no a los ministros de la Corte y jueces?” se preguntó, insistiendo en que el Poder Judicial está plagado de corrupción y necesita una reforma urgente.

Relación con Claudia Sheinbaum y Proceso Legislativo

López Obrador también abordó las especulaciones sobre un posible desencuentro con Claudia Sheinbaum, presidenta electa. Aclaró que, a pesar de las sugerencias de Ricardo Monreal para retrasar la aprobación de la reforma, Sheinbaum está de acuerdo en la necesidad de la reforma judicial. “Mis adversarios políticos desearían una ruptura, pero se van a quedar con las ganas”, aseguró.

Finalmente, el presidente reafirmó que se están respetando los tiempos del proceso legislativo para llevar a cabo los cambios necesarios en el sistema judicial mexicano.